viernes, 26 de noviembre de 2010

Poema 18


Aquí te amo.
En los oscuros pinos se desenreda el viento.
Fosforece la luna sobre las aguas errantes.
Andan días iguales persiguiéndose.

Se desciñe la niebla en danzantes figuras.
Una gaviota de plata se descuelga del ocaso.
A veces una vela. Altas, altas estrellas.

O la cruz negra de un barco.
Solo.
A veces amanezco, y hasta mi alma está húmeda.
Suena, resuena el mar lejano.
Este es un puerto.
Aquí te amo.

Aquí te amo y en vano te oculta el horizonte.
Te estoy amando aún entre estas frías cosas.
A veces van mis besos en esos barcos graves,
que corren por el mar hacia donde no llegan.

Ya me veo olvidado como estas viejas anclas.
Son más tristes los muelles cuando atraca la tarde.
Se fatiga mi vida inútilmente hambrienta.
Amo lo que no tengo. Estás tú tan distante.

Mi hastío forcejea con los lentos crepúsculos.
Pero la noche llega y comienza a cantarme.
La luna hace girar su rodaje de sueño.

Me miran con tus ojos las estrellas más grandes.
Y como yo te amo, los pinos en el viento, quieren cantar tu nombre con sus hojas de alambre.

Pablo Neruda.

Oda a un reloj de noche.


En la noche, en tu mano
brilló como luciérnaga
mi reloj.

su cuerda:
como un susurro seco
salía
de tu mano invisible.
Tu mano entonces
volvió a mi pecho oscuro
a recoger mi sueño y su latido.

El reloj
siguió cortando el tiempo
con su pequeña sierra.
Como en un bosque
caen
fragmentos de madera,
mínimas gotas, trozos
de ramajes o nidos,
sin que cambie el silencio,
sin que la fresca oscuridad termine,
así
siguió el reloj cortando
desde tu mano invisible,
tiempo, tiempo,
y cayeron
minutos como hojas,
fibras de tiempo roto,
pequeñas plumas negras.

Como en el bosque
olíamos raíces,
el agua en algún sitio desprendía
una gotera gruesa
como una uva mojada.
Un pequeño molino
molía noche,
la sombra susurraba
cayendo de tu mano
y llenaba la tierra.
Polvo,
tierra, distancia
molía y molía
mi reloj en la noche,
desde tu mano.
Yo puse
mi brazo
bajo tu cuello invisible,
bajo su peso tibio,
y en mi mano
cayó el tiempo,
la noche,
pequeños ruidos
de madera y de bosque,
de noche dividida,
de fragmentos de sombra,
de agua que cae y cae:
entonces cayó el sueño
desde el reloj y desde
tus dos manos dormidas,
cayó como agua oscura
de los bosques,
del reloj
a tu cuerpo,
de ti hacia los países,
agua oscura,
tiempo que cae
y corre
adentro de nosotros.
Y así fue aquella noche,
sombra y espacio, tierra
y tiempo,
algo que corre y cae
y pasa.
Y así todas las noches
van por la tierra,
no dejan sino un vago
aroma negro,
cae una hoja,
una gota
en la tierra
apaga su sonido,
duerme el bosque, las aguas,
las praderas,
las campanas,
los ojos.

Te oigo y respiras,
amor mío,
dormimos.

Pablo Neruda.

Soneto 4O

Toma, amor, todos, todos mis amores,
¿Qué rnás posees de lo que tenías?
Ningún amor, mi amor, que sea cierto;
Pues ya antes era tuyo todo el mío.
Si a quien me ama por mi amor recibes,
No puedo reprocharte que lo goces,
Mas te reprocho tu perverso engaño
Si rechazas mi amor y no al que me ama.
Ladrón gentil, me robas y te absuelvo
Por más que me hurtes mis escasos bienes,
Y eso que duelen más, amor lo sabe,
Las heridas de amor que las del odio.
Gracia inconstante en quien el mal es bello,
No seas mi enemiga, aunque me mates.

William Shakespeare.

Rima 48


Como se arranca el hierro de una herida
su amor de las entrañas me arranqué,
aunque sentí al hacerlo que la vida
me arrancaba con él.

Del altar que le alcé en el alma mía
la voluntad su imagen arrojó,
y la luz de la fe que en ella ardía
ante el ara desierta se apagó.

Aún para combatir mi firme empeño
viene a mi mente su visión tenaz...
¡Cuándo podré dormir con ese sueño
en que acaba el soñar!

Gustavo Adolfo Becquer

Oda al Gato


Los animales fueron
imperfectos,
largos de cola, tristes
de cabeza.
Poco a poco se fueron
componiendo,
haciéndose paisaje,
adquiriendo lunares, gracia, vuelo.
El gato,
sólo el gato
apareció completo
y orgulloso:
nació completamente terminado,
camina solo y sabe lo que quiere.

El hombre quiere ser pescado y pájaro,
la serpiente quisiera tener alas,
el perro es un león desorientado,
el ingeniero quiere ser poeta,
la mosca estudia para golondrina,
el poeta trata de imitar la mosca,
pero el gato
quiere ser sólo gato
y todo gato es gato
desde bigote a cola,
desde presentimiento a rata viva,
desde la noche hasta sus ojos de oro.

No hay unidad
como él,
no tienen
la luna ni la flor
tal contextura:
es una sola cosa
como el sol o el topacio,
y la elástica línea en su contorno
firme y sutil es como
la línea de la proa de una nave.
Sus ojos amarillos
dejaron una sola
ranura
para echar las monedas de la noche.

Oh pequeño
emperador sin orbe,
conquistador sin patria,
mínimo tigre de salón, nupcial
sultán del cielo
de las tejas eróticas,
el viento del amor
en la intemperie
reclamas
cuando pasas
y posas
cuatro pies delicados
en el suelo,
oliendo,
desconfiando
de todo lo terrestre,
porque todo
es inmundo
para el inmaculado pie del gato.

Oh fiera independiente
de la casa, arrogante
vestigio de la noche,
perezoso, gimnástico
y ajeno,
profundísimo gato,
policía secreta
de las habitaciones,
insignia
de un
desaparecido terciopelo,
seguramente no hay
enigma
en tu manera,
tal vez no eres misterio,
todo el mundo te sabe y perteneces
al habitante menos misterioso,
tal vez todos lo creen,
todos se creen dueños,
propietarios, tíos
de gatos, compañeros,
colegas,
discípulos o amigos
de su gato.

Yo no.
Yo no suscribo.
Yo no conozco al gato.
Todo lo sé, la vida y su archipiélago,
el mar y la ciudad incalculable,
la botánica,
el gineceo con sus extravíos,
el por y el menos de la matemática,
los embudos volcánicos del mundo,
la cáscara irreal del cocodrilo,
la bondad ignorada del bombero,
el atavismo azul del sacerdote,
pero no puedo descifrar un gato.
Mi razón resbaló en su indiferencia,
sus ojos tienen números de oro.

Pablo Neruda

El poeta pide a su amor que le escriba


Amor de mis entrañas, viva muerte,
en vano espero tu palabra escrita
y pienso, con la flor que se marchita,
que si vivo sin mí quiero perderte.

El aire es inmortal. La piedra inerte
ni conoce la sombra ni la evita.
Corazón interior no necesita
la miel helada que la luna vierte.

Pero yo te sufrí. Rasgué mis venas,
tigre y paloma, sobre tu cintura
en duelo de mordiscos y azucenas.

Llena pues de palabras mi locura
o déjame vivir en mi serena
noche del alma para siempre oscura

Federico García Lorca

La pantera

Un poema en alemán muy lindo, que se presta bien para el uso en el aula, es „Der Panther“ (La pantera) de Rainer Maria Rilke, un poeta muy famoso que nació en la antigua Austria-Hungría. El poema describe una pantera encerrada en una jaula, expuesta en el “Jardin des plantes” (Jardín de plantas), como se solía exponer animales exóticos en este parque. El tema principal es la privación de libertad, ilustrada a través del cautiverio externo e interno del animal.

Existe una traducción al espanol, pero lamentablemente ha perdido la rima original.


La pantera


Su mirada se ha cansado de tanto observar

esos barrotes ante sí, en incesante desfile

que en nada más podría detenerse.

Le parece que sólo hay miles barrotes

y tras ellos ningún mundo existiese.


Mientras avanza dibujando una y otra vez

con sus pisadas círculos estrechos,

el movimiento de sus patas hábiles y fuertes

va mostrando una rotunda danza,

en torno a un centro en el que está adormecida

una imponente voluntad.


Sólo a veces , permite que se levante

el cortinaje de sus pupilas;

entonces cruza una imagen hacia adentro,

se desliza a través del silencio de sus tensos músculos,

cae en su corazón, se desvanece y muere.


(traducción de E.Moren)



Como trabajar con poesía en el aula (en los primeros grados)

Algunas sugerencias...


Ideas creativas:


1. Cortar el poema para que los alumnos puedan componer su versión del poema y/o adivinar la versión original.
2. Activar la imaginación: Los alumnos deben dibujar los contenidos de las estrófas.
3. Sugerir un campo semántico, por ejemplo “La primavera” con lo cual los alumnos deben crear su propio poema.
4. Primer acercamiento a las metáforas: Intentar dibujarlas para que después los alumnos puedan adivinar de que parte del poema se trata.
5. Presentar un concpeto general (como “amistad”) con lo cual los alumnos crean su propio acróstico.


Otras ideas:


6. Hacer un cuadro de los principales temas y clasificar los versos.
7. Utilizar poemas que también se pueden cantar.
8. Trabajar con poemas que permiten hacer gestos al ser presentados.
9. Demostrar donde encontramos “poesía” en la vida cotidiana, por ejemplo en eslóganes publicitarios que riman.


Fuentes:
http://www.unterrichtsmaterial-schule.de/deutschvorschau40.shtml
http://www.haecker.org/roland/fachdidaktik/Lyrik_Unterricht_0405.pdf

jueves, 25 de noviembre de 2010

Poesía Didáctica

1.- INTRODUCCIÓN

1.1.- Concepto y delimitación del género:

La poesía didáctica es un subgénero de la épica ( como la epopeya), cuya definición no se concibe por su forma, sino por su finalidad: su misión específica es instruir. Su objeto no es el mito o las hazañas heroicas, sino la "verdad" ("Philosophia, Astrologia, Georgica et his similia"). Por otra parte, al igual que la épica, también se escribía en hexámetros, verso de ritmo sencillo, que permitía memorizar fácilmente (aún más que la prosa) las diferentes enseñanzas.

La controversia sobre esta meta común no ha dejado de producirse a lo largo de los siglos desde Platón hasta Goethe. No obstante, lo que sí se ha venido observando en diferentes épocas es una preocupación continua, más que por incluir ala poesía didáctica en un lugar determinado en el conjunto de los géneros literarios, por encontrar unas características permanentes y comunes a las obras más representativas:

División de papeles: poeta/maestro// alumno destinatario de la obra.

Participación real del poeta en la elaboración de la obra: originales/ / revestimiento poético vistoso de una obra técnica en prosa.

Relación problemática entre contenido y forma (RES/ CARMEN).

En cualquier caso, y admitiendo de antemano que la materia del poema didáctico no es moldeable y que él. revestimiento poético le llega a este contenido siempre desde fuera, como un accesorio, nos parece oportuno la consideración final que sobre el tema hizo Goethe: "hermanar en una obra única el saber y la fuerza imaginativa,. fundir en un organismo dos elementos contradictorios entre sí"; dando muestra con ello de la dificultad intrínseca del género.

1.2.- Antecedentes griegos:

Ya en el siglo VIII a.C. el poeta griego arcaico Hesíodo había compuesto en hexámetros loS dos primeros poemas didácticos de la literatura occidental: la Teogonía, más directamente relacionada con la epopeya homérica y, sobre todo, Los Trabajos y los Días, poesía campesina que expresa toda una visión del mundo y con un carácter más claramente didáctico.

Más tarde los filósofos presocráticos, como Parménides y Empédocles, que expusieron en verso sus doctrinas, representaron una nueva corriente en la poesía didáctica. Sin embargo, en Grecia, , este tipo de composición entró en decadencia en el siglo V a.C. con el auge de la literatura en prosa.

En época helenística asistimos al renacimiento de esta poesía, destacando la figura de Arato (finales del IV-primera mitad del III a.C.): representa un giro importante porque, aunque se reconocían sus limitaciones científicas, se admiraban extraordinariamente sus versos. Su obra, titulada Phainomena, influyó notablemente sobre la poesía didáctica latina, heredera directa de la helenística.

En realidad los poetas helenísticos perdieron la inspiración épica que estaba en el origen de la didáctica y elevan los aspectos formales a la consideración de elemento fundamental de su obra literaria: la posibilidad de una transmisión seria de la ciencia se pierde entonces en la poesía didáctica. Probablemente, entre otros motivos, la aridez de los tratados técnicos que empezaron "traduciendo" en verso haya sido determinante para adoptar este nuevo criterio.

1.3.- Características y autores de la Poesía Didáctica Latina:

No todas las áreas del saber concernientes a la vida humana fueron objeto originariamente entre los romanos de la poesía didáctica. Su sentido último, además, no estriba propiamente en facilitar la tarea de enseñar y aprender, sino en crear sentimientos artísticos que permitan disfrutar por igual ya la vez del placer de la poesía y el placer de la cultura.

La naturaleza es un elemento fundamental: está en el centro de la poesía didáctica latina y de ella recibe su inspiración, comunicándole la especial sensibilidad ante ella del temperamento artístico latino y apareciendo como "leif motiv" en el trasfondo de los valores poéticos de este género literario en Roma. Efectivamente, el romanticismo, esa capacidad de emoción, que constituye la vena principal del alma artística romana, se derrama por doquier, facilitando la identificación de autor, obra y público en una comprensión más cercana del alma común a todos ellos.

En otro plano la relación en el binomio "maestro/ discípulo" sufre una sustancial transformación, pues desde la altura en la que el poeta griego miraba a su alumno, ahora el poeta latino dirige su sabiduría y esfuerzo hacia un superior {Lucrecio a Memrnio, Virgilio a Mecenas y a Augusto...), influido por el ligero cambio apreciado en la época helenística donde el "alumno" era ya alguien cercano al autor o la humanidad en general.

La inspiración divina, típica de la época arcaica y ya perdida en época helenística, se recupera con Lucrecio, quien se siente inspirado por la Musa, pero no así Virgilio y otros. El aparato divino típico de la épica se transforma en meros dioses protectores del objeto de la obra.

Por su parte, la dialéctica entre episodios y tema propiamente dicho que tiene lugar en todo género literario, encontró aquí la solución típica del genio literario romano:

Desde Lucrecio es frecuente que respecto a la composición, los libros vayan precedidos de un proemio o introducción que ofrece espacio para el himno y el panegírico, solucionando así la dialéctica entre tema propio y episodio o "excursus".

Pero también Virgilio aportó su solución, haciendo que los episodios constituyesen casi la mitad de la obra, pero entremezclados de tal manera que el conjunto resultara un cuadro atractivo y fascinador.

Finalmente el metro es el hexámetro, como en la épica, pero también se introdujo como en la didáctica griega, el trímetro, un metro menos solemne y más cercano a la prosa.

Además de los tres grandes autores (Lucrecio, Virgilio y Ovidio) que pasaremos a estudiar a continuación, merecen ser recordados, bien por traducciones de originales griegos, bien por obras propias originales los siguientes autores:

Cicerón y Varrón, traductores de Arato,

Germánico y Manilio, con su poesía astronómica,

Avieno, con su poesía geográfica,

el Aetna, anónimo, que pretende explicar las causas de los fenómenos volcánicos,

Ausonio, con su Mosella

Columela, del siglo I d.C., con su obra De re rustica, donde se manifiesta su admiración por las Geórgicas de Virgilio.

Para terminar hemos de llegar a la conclusión de que la poesía didáctica romana, lejos de limitarse a ser una mera copia del modelo griego abre al género toda una serie de posibilidades nuevas. y ello se observa en el cruce de géneros que autores representativos manejaron:

Ovidio, poesía didáctica y elegía erótica en Ars Amatoria y Remedia Amoris.

Virgilio, poema didáctico y "epyllion" en sus Geórgicas.

Horacio, poema didáctico y epístola didáctica, en su Ars Poetica, por lo que esta obra no se considera en su totalidad perteneciente al género didáctico.

Sea como fuere, lo más importante además es la transición a una forma de grandes vuelos, con obras extensas que abarcan varios volúmenes y un conjunto de miles de versos, representantes ejemplares de la "sabiduría útil".

2.- LUCRECIO

2.1.- Datos biográficos y perfil humano:

La filosofía y la poesía tal vez nunca se han acercado tanto la una a la otra ni se han [letrado con tanta persistencia, como en la poesía didáctica de Tito Lucrecio Caro (94/97-55 tutor al que hay que descubrir a partir de sí mismo. Pocos datos se tienen de su vida y ellos debemos fundamentalmente a Suetonio ya San Jerónimo, cada uno desde su prisma lar, así como a la correspondencia de Cicerón con su hermano Quinto, ambos seguidores entusiastas de la obra de Lucrecio.

Según se cree, pertenecía a una familia noble; y corrobora esta creencia el hecho de que en su poema parece indicar que renuncia voluntariamente a los cargos públicos y altos honores para "se a los estudios y al reposo. Se cree que siguiendo la costumbre de los jóvenes distinguidos de la época, de Roma pasó a Atenas para perfeccionarse en los estudios, conociendo allí a Zenón con quien estudió las teorías de Epicuro.

Debió ser a su regreso a Roma cuando compuso su poema De Rerum Natura ("Sobre la naturaleza de las cosas"), que dedicó a su amigo Memmio, amistad que no parecía ser demasiado correspondida y que responde quizá a una relación de patronazgo. El dato definitivo que aporta San Jerónimo sobre que enloqueció a causa de un filtro amoroso y que la redacción de su poema resultó posible gracias a sus momentos de lucidez, no parece demasiado fiable, pues la profundidad y el rigor con que la obra fue escrita dista mucho de poder pertenecer a una mente enferma o a alguien que no estuviese completamente lúcido.

Por otra parte también hay que poner en duda la afirmación del mismo San Jerónimo, acerca de su suicidio por el mismo motivo en un acceso de locura, a la edad de 43 años: verdaderamente la negación que de la providencia divina hizo Lucrecio debió resultar alarmante para el Padre de la Iglesia y, desde el punto de vista religioso, una muerte así podía entenderse como una demencia sacrílega. No obstante, tampoco hemos de alejamos demasiado de esta posibilidad, pues una actitud así en la historia de la Humanidad desgraciadamente no es rara entre los grandes espíritus libres y los artistas geniales.

2.2.- “De Rerum Natura”

2.2.1. Presupuestos y pretensiones:

Del entusiasmo que suscitó la obra da muestra, como ya se ha comentado, la correspondencia de Cicerón con su hermano Quinto, quienes parece ser que pudieron encargarse de la publicación de la obra, no así de su corrección, como era habitual en la técnica editorial antigua.

La poesía de Lucrecio es un reflejo de la crisis que sufre la religión romana cuando entra en contacto con las divinidades orientales y el escepticismo griego. En efecto, intenta descubrir la apariencia y la razón de ser del mundo, pero no en sí mismo, sino para liberar al hombre del miedo a través del conocimiento:

del miedo a los dioses, "que no existen", y

del miedo a la muerte, "que es su parte natural".

En su opinión, es la ciencia y no los dioses, quien debe liberar al hombre de sus angustias y supersticiones. Siguiendo, pues, la doctrina de Epicuro que se basaba en el atomismo materialista de Leucipo y Demócrito (siglo V a.C.), explica la naturaleza de las cosas prescindiendo por completo de la mediación divina.

La doctrina de Epicuro (342-275 a.C.) es el mensaje de salvación anunciado: el universo que debe inspirar admiración, se hacía arbitrario e inexplicable y los hombres sufrían como víctimas de sus propias fantasías. Por eso el materialismo científico de Epicuro era una doctrina liberadora: porque permitía ver el mundo como realmente era, entendiendo su funcionamiento interior. La forma artística del poema filosófico procede de Empédocles (490-430 a.C.), el único a quien le está reservado junto con Epicuro un canto de alabanza particular (I, 717- 733). Es de capital importancia para Lucrecio hacer desaparecer las supersticiones y fanatismos: es docente y médico de almas, y, por encima de todo, poeta.

Lucrecio estudia el cosmos, pero es sólo un paso previo para el estudio del hombre y para que éste saque el máximo provecho de los bienes de este mundo. La liberación se logra sabiendo que todo el mundo es perecedero y la felicidad se encuentra en la vida sencilla, libre de pasiones y de otras inquietudes del alma. Estudia la percepción y los sentimientos humanos y considera al hombre compuesto de cuerpo y alma, si bien piensa que el alma es mortal, al contrario que los átomos que componen el mundo. En este sentido es el más freudiano de los poetas latinos, pues tocó temas como:

el funcionamiento de la mente humana,

la explicación de los sueños,

la sexualidad humana y

los efectos psicológicos del miedo y la inseguridad.

Para Lucrecio, el que supere la religión se convierte en el fundador de otra religión: la razón. y en ésta el temor a la intervención divina en este mundo y al castigo tras la muerte es totalmente infundado, pues el mundo y todo lo que hay en él (el alma y el cuerpo, naturalmente) es material y está regido por las leyes mecánicas de la naturaleza. El poema de Lucrecio no es un simple ataque a la religión popular, por más que ésta supusiese la manipulación de las clases altas sobre el pueblo y el miedo a la condena eterna o a la superstición, sino que su objetivo es mucho más amplio e importante: ataca toda una forma de ver el mundo en términos teológicos, de explicar sus movimientos y su misterio como testimonio de la intervención de un poder superior.

2.2.2.- Estructura y contenido de la obra:

Al pretender exponer la física de Epicuro en un solo poema, se vio condicionado en la elección de la forma, por medio de una obra extensa. Lucrecio llevó a cabo la renovación del género, abandonando la forma menor del poema didáctico por la obra a gran escala. Con sus seis libros, perfectamente sopesados y medidos, cada uno de ellos equivalente en extensión a un poema didáctico griego de los que habitualmente se componían, confirió a la poesía didáctica unas dimensiones cercanas a las de la epopeya.

Et poema (7.415 hexámetros) se divide en seis libros, agrupados de dos en dos, y todos comienzan con un elogio a Epicuro. Resaltan también en la estructura las digresiones que a menudo se independizan del cuerpo del texto. Los tres bloques temáticos se agrupan en tomo a las siguientes ideas:

Primer Bloque: Los libros I y II tratan de la naturaleza de los átomos y sus propiedades, de las leyes de la caída y de los choques entre los átomos que producen la energía. Cabe también resaltar que el poema comienza con una soberbia invocación a Venus, diosa de la vida creativa, siendo un canto al poder fecundo de la naturaleza que propaga y conserva la vida en el mundo y cuyo culto debía servir de asunto al poema. Del mismo modo se le solicita que conceda inspiración al poeta y paz a Roma.

Segundo Bloque: Los dos libros centrales se ocupan de la naturaleza humana y sus componentes: el alma y el cuerpo. Explica su teoría de la "fisiología sensorial", diciendo que los átomos hieren los sentimientos produciendo sensaciones. y por tanto, de la misma manera que se puede combatir y superar el miedo a la muerte, también se puede combatir y superar el delirio amoroso, denunciado como el destructor del estado ideal epicúreo, esto es, la tranquilidad del espíritu.

Tercer Bloque: En los dos libros finales expone sus ideas sobre la totalidad del universo: tras un extravagante discurso de elogio a Epicuro, pasa revista a los fenómenos naturales y culturales. Así trata sobre cosmología, meteorología, vegetales, animales, etc. para finalmente volver sobre el hombre y la historia de la cultura humana. Concluye con un relato terrorífico sobre la peste y la plaga en Atenas (429 a.C.).

El carácter inacabado de la obra se manifiesta tanto en la manera brusca de acabar como en la repetición de bloques enteros de versos, aunque esto último bien pudiera deberse a la reiteración propia de la poesía de carácter didáctico.

2.2.3.- Influencias, Fuentes y Estilo:

Su principal fuente es el propio Epicuro, aunque también conocería las doctrinas de Heráclito, Anaxágoras, Demócrito y Platón. Sin embargo el poema está impregnado de un espíritu ardiente y combativo no muy acorde con el dogma de Epicuro. Lucrecio versificó la filosofía epicúrea, mezclando así lo útil con lo dulce; su poesía no tiene una función meramente ornamental, sino que contiene en sí misma la materia y la forma de una auténtica obra de arte.

Sus hexámetros tienen gran peso y dignidad, aunque admiten prácticas métricas que los poetas posteriores prefirieron eludir. Como él mismo manifiesta, ha de empezar por superar la "pobreza de la lengua patria", pero el ardor de sus pensamientos se adecua al brillo de su poesía: descripciones sueltas, símiles brillantes y logrados dan plasticidad y grafismo a la hondura conceptual de sus relatos. El tono moderadamente arcaizante confiere a su obra autoridad y dignidad.

Efectivamente, el estilo muestra la influencia de los antiguos poetas latinos, particularmente Ennio, así como la de los POETAE NOVI. Usa libremente la aliteración, la asonancia e incluso la rima, lo mismo que la repetición (sintagmas, frases y pasajes) y las construcciones y formas arcaicas, y no vacila en inventar palabras nuevas incluyendo adjetivos compuestos como "terriloquus" ("que usa palabras terribles") y "horrisonus" ("que produce un ruido terrorífico").

De la misma manera no es ajeno a recursos de la tradición popular, como la ironía mordaz, el uso ocasional del lenguaje coloquial y el hábito de dramatizar el argumento. Todo ello, unido a la influencia de la épica arcaica, produce una sensación de exuberancia, propia de un poeta con gran seguridad en sí mismo a la hora de unir elementos tan variados que se manifiestan en características como la acumulación de argumentos, el uso de dobletes, la estructura oracional compleja, juegos de palabras ("innumero numero"), etc.

Lucrecio es consciente de su propia originalidad y de la dificultad que entraña el tratamiento de un tema didáctico en poesía, y más aún en latín, sin ninguna tradición de escritura filosófica en verso. Ante el problema del vocabulario, lo que el filósofo perdió en precisión, el poeta lo ganó en claridad y energía de estilo. Para ello emplea un tono variado que va desde la sobria exposición al himno solemne. En su poema, claramente descriptivo, la elección de verbos y participios es más importante que la de adjetivos pintorescos o epítetos decorativos, porque para explicarlo que hay más allá de la superficie de las cosas, se necesitan palabras de acción.

Ya pesar de que Lucrecio no era hombre de compromisos sociales, a través de la poesía didáctica supo llegar al compromiso emocional de todo poeta (impresionar y hacerse inteligible): totalmente heterodoxo desde el punto de vista epicúreo, que no consideraba apta a la poesía para la exposición de su doctrina, supo llegar a una especie de armonía creativa en la que acertó a combinar claridad y emoción poética. Con ello alcanzó su propósito claramente manifestado en I, 34: "tocar todo con el encanto de las Musas".

2.2.4.- Pervivencia y consideraciones finales:

Lucrecio aporta su arte, su estilo y su temperamento poético. Su condición de romano estaba en pugna con aquellos dogmas que afectaban a la vida pública y él ni puede ocultar su ansiedad política ni consigue mantenerse aislado en los recintos asépticos de la filosofía. Como poeta, poseía una personalidad que no es fácil de imaginar en su contexto social, donde constituía una doble osadía el proclamar en un poema no sólo la doctrina de Epicuro, sino también su Física. Este prejuicio de escuela contra la poesía no impresionó a Lucrecio que, aunque asimiló la doctrina de su maestro, no adoptó de la misma manera su temperamento.

Resulta curiosa en este sentido la comparación entre los diálogos filosóficos de Cicerón, que fueron apareciendo en la misma época y donde el elemento romano prima por doquier, con la obra de Lucrecio donde los elementos romanos están perfectamente equilibrados con los griegos. Ello se debe principalmente a que el objetivo de nuestro poeta no era la regeneración nacional (sí en Cicerón ), sino la salvación personal, a pesar de que indudablemente las convulsiones socio- políticas de la época debieron afectarle.

De ahí que haya dos temas que sin tratarlos específicamente, preocupan en gran manera a nuestro poeta:

A) La conducta moral, cuya única guía son el placer y el dolor; entendiendo el placer como la calma que procede de la liberación del dolor, del deseo, de la preocupación y del miedo. La tranquilidad de espíritu y la capacidad de enfrentarse con serenidad a las catástrofes de la vida son reverenciadas con devoción.

B) El progreso cultural: el progresivo envejecimiento de la "physis" de la tierra se entrecruza con la línea ascendente del desarrollo de la Cultura y la Civilización. En este condicionamiento mutuo la responsabilidad del deterioro recae exclusivamente en el hombre, quien llega a perder de vista sus verdaderas necesidades, abusando de su entorno.

El canto a Venus del libro I y la descripción de la peste de Atenas al final del VI representan precisamente a manera de símbolos esta contraposición entre la belleza y majestad del mundo frente a la miseria humana, con la que el poeta no deja de sentirse solidario.

Para terminar basta con hacer una referencia a la admiración que Lucrecio suscitó tanto en su época (ya nos hemos referido a Cicerón) como posteriormente. Quizás sea Virgilio quien más definitivamente lo manifieste con su famoso hexámetro de las Geórgicas (II, 490): "Felix qui potuit rerum cognoscere causas", y no fue el único: Estacio, Ovidio... ya pesar de haber sido olvidado en la Edad media, resurge con fuerza por obra de Montaigne, Goethe y otros, gracias a los cuales sigue iluminando a numerosos autores contemporáneos.

3.- LAS “GEÓRGICAS” DE VIRGILIO

3.1.- Motivación, influencias y objetivos:

Tras el desgarramiento interno que sufrieron los romanos durante varias generaciones y una vez acabadas las guerras civiles que asolaron Italia en el siglo I a.C. , Augusto se impone la ardua tarea de reconstrucción de todos los órdenes, presentándose como restaurador de los ideales de la vieja "res publica" y pretendiendo que el pueblo romano vuelva a la antigua pureza del "mos maiorum".

Entre estas costumbres se encuentra el trabajo del campo, noble y tradicional ocupación del hombre romano, al que Catón define como "vir bonus colendi peritus ", En este contexto socio-político escribe Virgilio su segunda obra, las Geórgicas ("Canción de la Agricultura"),

producto ya de su madurez personal y literaria, con la que pretende hacer reflexionar al pueblo romano sobre sus mejores valores como pueblo de campesinos y animarlo así a seguir la política imperial de dedicación a las faenas agrícolas.

Efectivamente las Geórgicas respiran la calma y la paz de la naturaleza, propias de un hijo de agricultores y gran amante de la misma: el tema no podía ser más de su agrado. Pero además Virgilio se aplicó al estudio de la literatura especializada, por muy familiarizado que estuviese con la vida y las labores del campo. No constituye, sin embargo, las Geórgicas un poema didáctico en sentido estricto a pesar de la abundante información técnica sobre la materia: Virgilio va más allá en cuanto al tema y lo trasciende a partir de la vida del campesino, captando la esencia de la vida del hombre en general. El famoso verso 458 del libro II es todo un canto esperanzado sobre las posibilidades de la vida campestre:

"O fortunatos nimium, sua si bona norint,
agricolas! "

" ¡Oh afortunados en demasía los agricultores, si conocieran sus bienes! "

Sin embargo el elemento formal prima sobre el puramente didáctico, pues ya el propio Séneca afirma que Virgilio estuvo más atento a escribir con elegancia que a la exactitud de sus manifestaciones y que su intención no era instruir a los labriegos, sino entretener a sus lectores... retrocediendo así más allá de Lucrecio, a la manera característica del poema didáctico helenístico.

Por otra parte sería ingenuo pensar que el poeta creyó necesario poner en manos del labriego itálico un manual de recetas de agricultura, pues evidentemente los campesinos no iban ni a estudiar ni a comprender el poema: sólo el helenismo plasmado era para ellos una barrera infranqueable. Podían gozar de su lectura únicamente los que habían cursado estudios profundos, es decir, o terratenientes o intelectuales ligados al poder, con lo cual ellos, al leerlas, sí podrían llegar a querer y respetar más al humilde campesino.

Y este aspecto marca claramente las diferencias con ilustres precedentes como Catón con su De Agri Cultura y Varrón en su De Re Rustica, quienes se preocuparon preferentemente del latifundista y su mundo, totalmente inaccesible al pequeño labriego. Virgilio, por su parte, sólo nombra labriegos, ganaderos, hortelanos o apicultores, cultivando sus propias tierras o dedicados a su pequeña industria agrícola. Ataca así Virgilio la acentuación de un capitalismo que había llevado a Roma a una verdadera crisis agrícola.

y no son éstos sus únicos antecedentes. Aunque no imita a ningún tipo de poesía didáctica preexistente, pues él crea su propio tipo de poesía, puede rastrearse la influencia (aparte de los dos citados) de Hesíodo, con Los Trabajos y los Días, así como de Aralo y sus Phainomena y, por supuesto, de Lucrecio y su De Rerum Natura.

No obstante la gran deuda es para éste último, a quien Virgilio alude indirectamente (II, 490), por más que su obra represente una clara refutación del epicureismo, al reafirmar la divina providencia e insistir con cariño en los dioses del campo.

La obra está dedicada a su patrón, Mecenas, y en cualquier caso, influencias aparte, las Geórgicas constituyen un poema didáctico en dos planos:

uno, inferior, el genuinamente agrícola, utilizado sólo como pretexto para debatir, y

otro, más elevado, donde plantea cuestiones fundamentales del vivir humano.

Efectivamente, la intención de Virgilio es presentar un cuadro de la vida en la granja, como ideal: vida frugal y austera, no exenta de contratiempos, pero que vivida en armonía con la naturaleza, mediante el cultivo de la "iustissima tellus" ("la tierra soberanamente justa"), y con el esquema divino de las cosas, es moralmente satisfactoria y ofrece como recompensa la paz y el contento; es también la base de la grandeza de Italia y el reconocimiento del valor al trabajo duro, "labor improbus", a partir del cual desarrolla toda una concepción sobre el origen de la cultura, describiendo el duro plan educativo a través del aprendizaje de las distintas "technai", que Júpiter había trazado para el hombre.

3.2.- Estructura de la obra:

A lo largo del poema y en un juego perfecto de simetría, Virgilio va enumerando los trabajos del campo: cuidados de la sementera, frutales, cría de ganado, cuidado de las abejas... y de vez en cuando intercala algún episodio fabuloso o legendario a modo de aplicación, explicación o consecuencia de lo que ha venido aconsejando, para hacer más ameno el relato: prodigios producidos a la muerte de César, canto a Italia, invención de las cuadrigas, leyenda de Aristeo, edad de Saturno... episodios que constituyen casi la mitad del poema sin que en ningún momento se aparten totalmente del tema, constituyendo así un elemento fundamental para su comprensión total.

Los temas fundamentales de cada libro son:

Libro I: Elección, preparación y cultivo de los campos: el trabajo del labrador y la sementera.

Libro II: Los árboles frutales y su plantación, en especial la vid, y el olivo.

Libro III: Cría y cuidado del ganado y rebaños.

Libro IV: Tratado de apicultura.

En este último, además del episodio de Aristeo, se incluye la leyenda de Orfeo y Eurídice, quizá el único de sus "excursus", cuya razón es difícil de discernir.

3.3.- Consideraciones finales:

Poeta tierno y melancólico, profundamente afectado y comprometido con el dolor humano y amante de la naturaleza, se convirtió en el portavoz no sólo del destino de Roma, sino también de la belleza y fertilidad de Italia, de su moral y de su religión, situando en un plano privilegiado y providencial a la figura de Augusto. Porque como en toda obra de Virgilio, no podemos olvidar que nos encontramos ante los tres aspectos que conformaron su vida y su obra: el poético, el ético y el político.

Frente al carácter aparentemente técnico de la obra (geología, botánica, astronomía...) es talla exquisitez de la versificación y la riqueza de recursos teóricos que la amenidad no cede a la fatiga ni a la monotonía: la perfección en cuanto a versificación, idioma y composición es casi insuperable.

En suma, podemos concluir, que fue la profunda simpatía que Virgilio sentía por todos los seres vivos y su sentido de la necesidad del hombre de cooperar con la naturaleza, hábilmente inspirados por Mecenas y apoyados por la política de Augusto lo que hizo gestar, sin ningún tipo de servidumbre hacia el poder, esta excelente obra literaria, considerada por algunos como "el mejor poema del mejor poeta ".

4.- LA OBRA DIDÁCTICA DE OVIDIO

De una manera similar a Virgilio, pero totalmente personal, Ovidio siguió un camino ascendente en la evolución y confección de su obra poética: comenzó con poemas menores (Amores y Heroidas) para continuar con poemas didácticos (Ars Amatoria, Remedia Amoris y De Medicamine Faciei Femineae) y terminar con su obra cumbre, pseudo-epopéyica, las Metamorfosis; todo ello sin olvidarnos de los Fasti, representante romano del género helenístico del florilegio o antología poética, cuyo modelo son las Aitia de Calímaco. Evidentemente no podemos olvidar tampoco su obra elegíaca tras el destierro, ya estudiada en el tema correspondiente.

En lo tocante al apartado del poema didáctico, haremos también una breve referencia a los Fasti, que sin pertenecer propiamente al género que nos ocupa, puede justificar su inclusión por el interés manifestado en su contenido hacia ciertos conocimientos de la sociedad romana.

Respecto al Ars Amatoria, posiblemente el "carmen" al que alude como causa de su destierro (aunque escrito diez años antes, ya había conocido una segunda edición), junto con los Remedia Amoris, escritos en dísticos elegíacos, ambos constituyen las más claras muestras del poema didáctico en sentido paródico de las grandes producciones poéticas del momento. Se entiende así que, en principio, no agradaran a Augusto y que, por el contrario, gozaran de una enorme popularidad en la sociedad mundana de la época, tanto entre el pueblo llano como entre los conocedores de la obra de Virgilio y Lucrecio, por ejemplo.. Así, en tono frívolo y jocoso, se dedica a informar en tres libros a hombres y mujeres sobre cómo desenvolverse con facilidad en este difícil terreno, qué actitudes tomar, cómo dominar sus embates y consecuencias; de la misma manera se enseña cómo encontrar y atraer al compañero, cómo gozar del placer y evitar el hastío. y por si no fuera suficiente, en la segunda obra mencionada se explican los remedios contra el amor, cómo despertar los sentimientos en el pecho del otro y amortiguarlos en el propio: el amor como placer, no como carga. El uso de metáforas relacionadas con la agricultura así como con la caza es frecuente; la parodia de los tratados de Retórica (partes del discurso) y de las obras programáticas de la era augústea (Eneida) es asimismo abundante. Pero lo fundamental es que Ovidio juega con la literatura presentando un cuadro de la vida cotidiana del momento, divorciado de los grandes ideales socio-políticos de la época. Como última consideración, no debemos olvidar que por frívolo o cínico que nos parezca no puede ser totalmente considerado de dicho talante, al tratarse de un autor que presenta como ideal de vida el "cultus", o sea, la vida humanística que no renuncia 'a la inteligencia ni a los progresos que ésta conlleva: bromas, sí, pero inteligentes, agradables y que conduzcan a la cultura. En esta línea escribió también un libro sobre cosmética para las mujeres, De Medicamine Faciei Femineae.

Y para terminar haremos una breve alusión a los Fasti: son un ciclo de elegías de tipo calimáquico" donde Ovidio trataba de exponer la secuencia de fiestas romanas que el calendario de todo el año brindaba, con sus costumbres y las leyendas relacionadas con ellas. Está dedicado a Augusto y en seis libros además de las fiestas y sus relaciones mitológicas, también están incluidos elementos astronómicos y leyendas de estrellas. No llegó a terminarlos pues antes de ello le sobrevino el destierro y quedó separado de las numerosas fuentes que necesitaba, una de las más importantes fue el Calendario Juliano. No obstante, tras la muerte de Augusto empezó en Tomis una refundición que pensaba dedicar a Germánico, pero no pasó del libro I.

Este tema procede del libro "LATÍN: LENGUA Y LITERATURA. C.O.U." Ediciones La Ñ, Sevilla, 1996.

Agradecemos a sus autoras, María del Carmen PÉREZ ROYO y María Luisa RAMOS MORELL, su consentimiento para incluirlos en esta web

Un toque de poesía

En el principio estuvo la palabra. En las lenguas antiguas, como el hebreo,
el principio significaba sabiduría, de modo que "con sabiduría se creó la
palabra". Ella fue el logos creante y ordenador que servía naturalmente para
hacer entrar en comunión a los miembros de la comunidad, e informar a los
tiempos venideros que en los orígenes se encontraba siempre el verbo, que
todo empezaba por la Creación, expresión de la sabiduría suma de un Dios
Creador. Así, la palabra ofrece al hombre la versión primera de la creación del
universo. América no podía escapar a este destino adánico. Un viejo anónimo
quechua invoca a Viracocha como "regidor del mundo", Señor de la fuente
sagrada:
Amanece la tierra
y se cubre de luces,
a fin de venerar
al criador del hombre.
Y el alto cielo
barre sus nubes
para humillarse
ante el creador del mundo.
Muchos siglos después, un poeta contemporáneo, Laureano Albán,1
heredero a su modo de estas antiguas cosmologías americanas, se acoge
también a la mano creadora de Dios:
Bastó que en la perfecta,
la más densa y reunida
soledad de lo inmóvil,
cruzara un espejismo
abriendo una finísima fisura
de levedad y pánico,
para que a través de ella
una mano de dios,
remotamente única,
enarbolaraya pronto a la agonía,
ansiado azar, el mundo.

Cuando la palabra se hizo carne, el hombre se volvió un animal
comunicante. Del encuentro fecundo de los signos nació la comunión, es
decir la comunicación y el sentido de pertenencia a una comunidad. La
América antigua fue siempre rica en signos y alegorías, atesora un patrimonio
simbólico excepcional, que alcanzó cumbres de refinamiento, como lo
atestiguan las manifestaciones del arte maya, mochica, paraco e inca.
Hay algo mineral, profundamente raigal y subterráneo que atraviesa los
tiempos y aflora en diversos momentos de la historia de América. Resulta
impresionante la permanencia que se advierte entre los signos, temperamento
y sensibilidad, de la antigua América y la contemporánea. Hay un continuum
que se mantiene gracias a una fuerza vital, proteica, que sabe resistir, asimilar
o disimular frente a los asedios externos para poder sobrevivir. ¿Son estos los
rasgos distintivos de una identidad, que sabe mantenerse en el tiempo? Con su
poder, la palabra diseña un universo, crea un mundo, lo encubre y lo revela.
I
Revelación es tal vez la mejor palabra para incursionar en el mundo
simbólico de la antigua América, pues evoca algo de religioso, cósmico y
estético. En América la poesía fue la arquitectura de un mundo y su
revelación. ¿Cómo presentar América sino por la vía de la metáfora? Para los
europeos no había otro modo de iniciarse en el conocimiento de un mundo y
una humanidad distintos, laberíntico en su geografía, colorido en su flora y
fauna, generoso en sus frutos. Solo con la ayuda de la metáfora se podía
revelar lo desconocido. La poesía y el sueño pueden funcionar como armas
del conocimiento. Se trataba de un juego de imágenes: la alteridad americana
se miraba en el espejo de Europa.
La primera definición de América fue una metáfora. Así lo
muestran las cartas de Colón y Vespucio. Los antiguos griegos
dudaban si era mejor la poesía o la filosofía para dar cuenta de la
historia. Este dilema estuvo muy presente en el Renacimiento.
Como se sabe, América fue "descubierta" por Europa con los
ojos del Renacimiento, con la mirada de la tradición helénica y latina, que era
lo que Occidente había acumulado y "actualizado" como conocimiento. Juan
de Castellanos (1522-1607) escoge el verso en octavas reales para historiar la
hazaña de Cristóbal Colón. En su monumental Elegías de varones ilustres de
Indias (¡de 144 mil versos!), Castellanos anota el desconcierto

Figuras retóricas

¿Qué son las figuras literarias?

En el lenguaje literario las palabras son un fin en sí mismas, el autor selecciona el lenguaje para enriquecer la capacidad léxica de una lengua.

Se entiende por "figura" en su acepción más amplia, cualquier tipo de recurso o manipulación del lenguaje con fines retóricos, antiguamente se aplicaba a la oratoria, pero al entrar ésta en decadencia pasó a la literatura y actualmente se aprecia con mayor énfasis en la publicidad.

Entonces, las figuras literarias (llamadas también figuras de retórica o recursos literarios) son recursos del lenguaje literario utilizados por el poeta para dar más belleza y una mejor expresión a sus palabras; es decir, el poeta usa estos recursos para dar mayor expresividad a sus sentimientos y emociones íntimas, a su mundo interior; aunque no hay que olvidar que también podemos encontrar dichas figuras en el lenguaje coloquial: metáforas como Estudia como un león, hipérboles como Es más pesado que una vaca en brazos, expresiones irónicas como ¡Pero qué simpático es este niño!, etc.

Otra definición dice que las figuras retóricas o recursos estilísticos de la lengua literaria consisten en una desviación del uso normal del lenguaje con el fin de conseguir un efecto estilístico: reiteración o repetición de elementos, intensificación, embellecimiento del mensaje, etc.

Son característicos de la función poética del lenguaje y propios de los textos literarios tanto en prosa como en verso, más abundantes en la poesía. Pueden aparecer también en otro tipo de textos como en el lenguaje publicitario, en ciertos textos periodísticos y en la lengua coloquial. De su estudio se ha encargado tradicionalmente la Retórica o "arte del bien decir, de embellecer la expresión de los conceptos, de dar al lenguaje escrito o hablado eficacia para deleitar, persuadir o conmover" (R.A.E.)

De modo general, podemos decir que la retórica tradicional llama figuras literarias a «cierta forma de hablar con la cual la oración se hace más agradable y persuasiva, sin respeto alguno por las reglas de la gramática». La figura es un adorno del estilo, un resultado de una voluntad de forma por parte del escritor.

El adorno puede afectar a las palabras con que se reviste el pensamiento, y se constituyen así las figuras de palabras (o tropos) y las figuras de construcción (asíndeton, polisíndeton, pleonasmo, anáfora, epanalepsis, etc.); o bien al pensamiento mismo, dando lugar a las figuras de pensamiento (deprecación, apóstrofe, interrogación retórica, etc.).

Se habla también de figuras de dicción o fonológicas o metaplasmos: aliteración, onomatopeya, similicadencia, paranomasia, etc.
Principales figuras literarias o retóricas

A continuación exponemos las distintas figuras literarias o retóricas existentes en la literatura española, muy utilizadas por los poetas, y que es imprescindible conocer para mayor entendimiento del lenguaje poético y literario.

Alegoría

Se denomina alegoría a la correspondencia prolongada de símbolos o metáforas. Consiste en traducir un plano real, A, a un plano imaginario, B, a través de una serie ininterrumpida de metáfora.

Ejemplo:

Nuestras vidas son los ríos
Que van a dar en la mar...
Allí van los señoríos
Allí los ríos caudales
Allí los otros medianos...

Símil o comparación

Figura retórica que consiste en relacionar dos términos entre para expresar de una manera explícita la semejanza o analogía que presentan las realidades designadas por ellos. Esa relación se establece, generalmente, por medio de partículas o nexos comparativos: “como”, “así”, “ así como”, “tal”, “igual que”, “tan”, “semejante a”, “lo mismo que”, etc.

Ejemplos:

“Murmullo que en el alma
se eleva y va creciendo,
como volcán que sordo
anuncia que va a arder”

“Y todo en la memoria se rompía,
”tal una pompa de jabón al viento.

“... la calle abierta como un ancho sueño...

Eres como el viento tibio de los arenales.

...simple como una lámpara...”

Personificación o prosopopeya
Consiste en atribuir características humanas a animales o seres inanimados, como ocurre en las fábulas, cuentos maravillosos y alegorías. En los autos sacramentales aparecen ejemplos de personificación alegórica: la culpa, la sabiduría, la gracia, etc. También se aplica el término al hecho de representar una cualidad, virtud o vicio a partir de determinados rasgos de una personalidad que se convierte en prototipo: así Don Juan es la personificación del seductor.

Tipos de prosopopeyas son la animación: atribuir a seres inanimados cualidades de los animados; la animalización; atribuir a seres humanos características de los seres irracionales; y la cosificación: atribuir a los seres vivos cualidades del mundo inanimado.

Ejemplos:

Los invisibles átomos del aire
en derredor palpitan y se inflaman;

Sólo se oirá la risa blanca de las estrellas
Persiguiendo a las sombras por todos los caminos.

... el viento de la noche gira en el cielo y canta...

... y el agua se desliza presurosa y alegre por las piedras...

...el viento me habla de ti...

Hipérbole

Figura retórica consistente en ofrecer una visión desproporcionada de una realidad, amplificándola o disminuyéndola. Es exageración. El poeta desea dar a sus palabras una mayor intensidad o emoción.
La hipérbole se concreta en el uso de términos enfáticos y expresiones exageradas. Este procedimiento es utilizado con frecuencia en el lenguaje coloquial y en la propaganda. En esta última se produce una comunicación encomiástica desmesurada con el fin de provocar en el oyente la adhesión a su mensaje en el que todo se revela como “excepcional”, “extraordinario”, “colosal”, “fantástico”, etc.

Ejemplos:

“Tengo un sueño que me muero”

“Érase un hombre a una nariz pegado:
érase una nariz superlativa;
érase una nariz sayón y escriba;
érase un pez de espada muy barbado.”

"Tanto dolor se agrupa en mi costado /que, por doler me duele hasta el aliento.”
Si no regresas pronto a mi lado, moriré desangrado.

Hipérbaton

Es alterar el orden gramatical en una oración. Es un procedimiento expresivo que afecta el nivel sintáctico, y que consiste en invertir el orden gramatical de las palabras en la oración y la ilación lógica de las ideas para darle más belleza a la expresión (en vez de escribir sujeto-predicado el poeta prefiere usar predicado-sujeto). (“Formidable de la tierra bostezo” por “formidable bostezo de la tierra” verbo al final, como en latín: “sus quejas imitando”, etc.), tanto en prosa, como, sobre todo, en verso. Con el hipérbaton se cambia también el orden lógico en la comunicación de las ideas.
Ejemplos:

Yo quisiera escribirlo, del hombre
domando el rebelde, mezquino idioma.

por «domando el rebelde, mezquino idioma del hombre»

Cerca del Tajo, en soledad amena,
De verdes sauces hay una espesura.

por «hay una espesura de verdes sauces»

“Herido está mi corazón / de tanto sufrir por ti.”
“En la ladera de un cerro por mi mano tengo plantado un huerto”

Metáfora
Es una identificación de un objeto con otro en virtud de una relación de semejanza que hay entre ellos, es decir, una comparación.

Desde la retórica grecolatina (Aristóteles, Quintiliano) se viene considerando la metáfora como una comparación implícita, fundada sobre el principio de la analogía entre dos realidades, diferentes en algunos aspectos y semejantes en otros.

En toda comparación hay un término real, que sirve de punto de partida, y un término evocado al que se designa generalmente como imagen.

La retórica contemporánea, a la hora de explicar los mecanismos lingüísticos que están en la base de la construcción metafórica, centra su interés, más que en el aspecto comparativo, en el hecho previo de la semejanza. En este sentido, la metáfora no es en sus orígenes una figura literaria, sino un fenómeno estrictamente lingüístico que afecta a la vía de conocimiento y designación de las cosas por relaciones de semejanza.

Ejemplos:

El cristal del agua

Nuestras vidas son los ríos
que van a dar a la mar
que es el morir. . .

... la calle abierta como un ancho sueño…
... los algodones blancos del cielo / tapizan el azul.

Ver: PSU: Lenguaje y Comunicación, Pregunta 03_2005

Antítesis o contraste
Contrapone dos ideas o pensamientos; es una asociación de conceptos por contraste (amor-odio, blanco-negro, etc.). El contraste puede ser por oposición de palabras (antónimos), frases de significado contrario, etc.
Ejemplos:

A florecer las flores madrugaron.
Y para envejecerse florecieron;
Cuna y sepulcro en un botón hallaron.

El día y la noche me traen tu fresco perfume de regreso a casa.

El odio y el amor reinan miserablemente nuestras vidas.

Reiteración o anáfora
Es una repetición de palabras al principio de un verso o al principio de frases semejantes para recalcar alguna idea.

Ejemplos:
¿Soledad, y está el pájaro en el árbol,
soledad, y está el agua en las orillas,
soledad, y está el viento en la nube,
soledad, y está el mundo con nosotros,
soledad, y estás tú conmigo solos?

Blanca, blanca, blanca como la nieve...

...vuela pájaro azul, vuela, vuela..

Ironía
Expresión de lo contrario a lo que se piensa de tal forma que por el contexto, el receptor puede reconocer la verdadera intención del emisor.

Ejemplos:

¿Y quién duda de que tenemos libertad de imprenta?
¿Que quieres imprimir una esquela de muerto;
más todavía, una tarjeta con todo tu nombre y
tu apellido bien especificado? Nadie te lo estorba.

Aliteración
Es una repetición de dos o más sonidos iguales o parecidos en varias palabras consecutivas de un mismo verso, estrofa o frase.

Una torrentera rojiza rasga la roca...

Asíndeton

Figura que afecta a la construcción sintáctica del enunciado y que consiste en la omisión de nexos o conjunciones entre palabras, proposiciones u oraciones, para dar a la frase mayor dinamismo. Esta ausencia de nexos confiere al texto una mayor fluidez verbal, al tiempo que transmite una sensación de movimiento y dinamismo o de apasionamiento, y contribuye a intensificar la fuerza expresiva y el tono del mensaje.
Ejemplos:

Rendí, rompí, derribé,
Rajé, deshice, prendí...

Acude, corre, vuela,
traspasa la alta sierra, ocupa el llano,
no perdones la espuela

Encabalgamiento

Es el desajuste producido en una estrofa al no coincidir la pausa morfosintáctica con la pausa métrica de un verso. Esto ocurre cuando el sentido de una frase no queda completo en el marco de dicho verso (al que se denomina encabalgante) y continúa en el verso siguiente (encabalgado), de forma que la pausa versal del primero rompe unidades sintácticas estrechamente vinculadas.

Énfasis

Término de origen griego (empha-sis, de emphaino: hacer ver) con el que se designa una figura retórica que se produce cuando el emisor enuncia, de forma alusiva y sugerente, un mensaje del que se sobreentiende más de lo que se dice y cuyo sentido pleno depende del contexto y de la intensidad y entonación con que suele resaltarse dicho mensaje.

Oxímoron

Figura literaria consistente en la unión de dos términos de significado opuesto que, lejos de excluirse, se complementan para resaltar el mensaje que transmiten.

En la figura que se llama oxímoron, se aplica a una palabra un epíteto que parece contradecirla; así los gnósticos hablaron de una luz oscura; los alquimistas, de un sol negro; los poetas, de un silencio atronador.

Polisíndeton

Término griego (poly – sindeton: muy atado) con el que se denomina una figura literaria caracterizada por usar más conjunciones de las necesarias, para dar a la frase una mayor solemnidad, en marcado contraste con el procedimiento habitual de vincular únicamente los dos últimos elementos de ella. Utilizado intencionadamente como recurso estilístico, el polisíndeton confiere al texto una sensación de lentitud, intensidad de expresión y, en algunos casos, de solemne gravedad.

Ejemplos:

“Ni nardos ni caracolas
tienen el cutis tan fino,
ni los cristales con luna
relumbran con ese brillo.”

Repetición

Figura retórica consistente en la reiteración de palabras u otros recursos expresivos, procedimiento que genera una relevancia poética. En todo poema aparecen elementos reiterativos con esa función: ya sea el acento, las pausas, la aliteración, el isosilabismo, la rima o el estribillo, etc.

Sinestesia

Procedimiento que consiste en una transposición de sensaciones, es decir, es la descripción de una experiencia sensorial en términos de otra.

Ejemplos:

“Que el alma que hablar puede con los ojos
también puede besar con la mirada.”

“Sobre la tierra amarga
caminos tiene el sueño. . .”

“¡Qué tristeza de olor de jazmín!”

Soneto

Poema formado por catorce versos, distribuidos en cuatro estrofas: dos cuartetos y dos tercetos. Su rima es constante; en los cuartetos puede ser de dos clases: abrazada (ABBA – ABBA), o bien, alterna o cruzada (ABAB – ABAB); en los tercetos puede presentar dos o tres rimas, distribuidas de forma variable, aunque las más frecuentes han sido las de tipo CDC – DCD y CDE – CDE

Elipsis o elipse

Supresión de un elemento de la frase, sobreentendido por el contexto (sin perjuicio de la claridad), dotándola de brevedad, energía, rapidez y poder sugestivo. Aporta rapidez e intensidad.

Ejemplos:

A enemigo que huye, puente de plata

Por una mirada, un mundo;
por una sonrisa, un cielo;
por un beso. . . ¡yo no sé
qué te diera por un beso!

Epíteto

Es el adjetivo, que colocado delante del sustantivo expresa una cualidad innecesaria o inherente de alguna persona o cosa con fines estéticos

Ejemplos:

“el terrible Caín”,

“la blanca nieve”

Verde prado, blanca nieve, rosadas mejillas,...

Onomatopeya

Consiste en imitar sonidos reales por medio del ritmo de las palabras. Variedad de la aliteración que imita sonidos de la naturaleza.

Ejemplo:

El kikirikí del gallo me despertó

Paradoja

Unión de dos ideas contrapuestas. Es una antítesis superada porque une ideas contradictorias por naturaleza, en un mismo pensamiento. Tras la aparente contraposición, hay un sentido profundo.

Ejemplos:

Vivo sin vivir en mí
Y tan alta vida espero
Que muero porque no muero

La noche sosegada,
en par de los levantes de la aurora,
la música callada,
la soledad sonora,
la cena que recrea y enamora.

¡Oh, soledad, que a fuerza de andar sola
se siente de sí misma compañera!

Perífrasis (circunlocución o circunloquio)

Dice con un rodeo de palabras lo que podría decirse con menos o hasta con una sola.

Ejemplos:

Allí los ríos caudales,
allí los otros, medianos
y más chicos;
allegados, son iguales

«los que viven por sus manos (por los artesanos) y los ricos.»

«Doméstico es del Sol nuncio canoro» (por el gallo)
Alusión
Es la perífrasis que hace referencia a persona o cosa conocida sin nombrarla.

Ejemplos:

Aquél sólo me encomiendo,
aquél sólo invoco yo
de verdad,
que en este mundo viviendo,
el mundo no conoció
su deidad

Y cuando llegue el día del último viaje,
y esté al partir la nave que nunca ha de tornar. . .

Eufemismo

Es la perífrasis que se emplea para evitar una expresión penosa u horrenda, grosera o malsonante. Forma de expresión amable para ocultar o disimular algo desagradable o tabú.

Ejemplos:

Le señaló la puerta (por echarlo de casa)
Pasó a mejor vida (por morir)
Sarcasmo
Es la ironía misma cuando pasa al tono amargo o mordaz, cruel, insultante.

Ejemplos:

Gocemos, sí; la cristalina esfera
gira bañada en luz: ¡bella es la vida!
¿Quién a parar alcanza la carrera
del mundo hermoso que al placer convida?
Brilla radiante el sol, la primavera,
los campos pinta en la estación florida:
Truéquese en risa mi dolor profundo. . .
Que haya un cadáver más ¿qué importa al mundo?

Metonimia

Es la sustitución de un término por otro, fundándose en relaciones de causalidad, procedencia o sucesión existentes entre los significados de ambos términos.

Es cuando se da a un objeto el nombre de otro por una relación de causa u origen. Según los diferentes modos de contigüidad, se producen diversos tipos de metonimia.

Esta aparece:

a) Cuando se designa una causa por medio de su efecto:

- “Ana fue la alegría de la fiesta” (fue la causa de la alegría de la fiesta).

b) Cuando se alude al efecto por medio de la causa:

- “Le hizo daño el sol” (le hizo daño el calor producido por el calor del sol).

c) Cuando se denomina un objeto por medio del lugar donde produce o de donde procede:

- “Un Rioja, un Jerez, un Ribeiro” (una botella de vino de Rioja).

d) Cuando se designa a un pintor, escritor, soldado, torero, etc., por medio del instrumento que maneja:

- “Es un gran pincel”; “tiene una pluma incisiva” (escritor agudo); “es el corneta del regimiento”; “es un buen espada” (torero).

e) cuando se menciona una obra por el autor de la misma:

- “En el Museo del Prado hay varios Rubens” (varios cuadros de Rubens).

f) Cuando se designa una característica moral por medio de una realidad física:

- “No tiene corazón” (es una persona sin sentimientos).

g) Cuando se emplea el signo para designar la cosa significada:

- “La media luna dominó España” (los árabes).

La metonimia, como la metáfora, la alegoría y el símbolo, son tropos literarios que tienen en común el basarse en la sustitución de términos que implican una traslación o desplazamiento del significado. Lo que diferencia esencialmente a la metonimia de la metáfora es que, en la metonimia esa traslación se produce dentro del mismo campo semántico (causa-efecto, obra-autor, etc.), mientras que en la metáfora se produce entre términos cuyos conceptos pertenecen a campos distintos: río-vida; mar-muerte; dientes-perlas, etc.

Sinécdoque
Tipo de metonimia basada en una relación cuantitativa: el todo por la parte, la parte por el todo, la materia por el objeto.

Ejemplos:

El mundo se reirá de ti.

El hombre es un ser mortal.

Un rebaño de cien cabezas.

El hombre fue hecho de barro.

El salón se inquietaba.

Talaron la madera de la región.

Apóstrofe

Dirigir apasionadamente la palabra a seres animados o inanimados o cosas personificadas, en tono exclamativo, fuera de la estructura de la oración.
Ejemplos:

Navega, velero mío…

Conversión

Consiste en repetir una misma palabra varias veces al final de cada oración, verso o estrofa.

Epanadiplosis

Una frase o un verso empiezan y terminan del mismo modo.

Ejemplos:

Verde que te quiero verde

Juego de palabras

Diversificación de significados en algunas palabras a lo largo de la frase o verso. Utilizar un mismo significante con dos significados distintos.

Ejemplo:

Mora que en su pecho mora

Paralelismo

La anáfora se denomina paralelismo cuando la repetición es casi total, con una leve variación final.

Paranomasia

O paronomasia. Situar cercana dos voces de parecido significante, pero de distinto significado.

Reduplicación

Es la repetición de una palabra al principio o dentro de una oración.

Retruécano

Cuando una frase está compuesta por las mismas palabras que la anterior, pero invertidas de orden o función.

Epífrasis

Ampliación de una unidad sintáctica completa añadiendo un elemento complementario. Puede entenderse también, desde el punto de vista semántico, como adición de ideas complementarias a un pensamiento que parecía cerrado: “Con dolorido cuidado, degrado, pena y dolor, parto yo, triste amador, d’amores, que d’amor” (Jorge Manrique).

Sinatroísmo

Acumulación coordinante de términos semánticamente complementarios (y gramaticalmente equivalentes).

Para que se entienda mejor, leer atentamente esta composición:

“A las aves ligeras, leones, ciervos, gamos saltadores, montes, valles, riberas, aguas, aires, ardores, y miedos de las noches veladores (...)”. La frase está extraída de un texto del escritor San Juan de la Cruz.

Interrupción

Corte brusco del hilo del discurso, generalmente debido a perturbación producida por la emoción. Como muestra, una oración escrita por César Vallejo: “Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé!”.

Gradación

Enumeración de miembros oracionales (sinónimos, a veces) dispuestos en orden, creciente o decreciente, en relación a diferentes valores significativos: intensidad, etc.

Ejemplo:

“allí los ríos caudales, allí los otros medianos e más chicos”.

Pleonasmo

Esta figura pertenece a las denominadas figuras gramaticales. El pleonasmo consiste en una construcción gramatical con elementos superfluos o redundantes, cuya justificación debe ser intensificar o adornar la expresión, como en la popular frase “lo vi con mis propios ojos”: “Temprano madrugó la madrugada”, de Miguel Hernández. Definido en forma simple: Palabras innecesarias que refuerzan la idea.

Epínome

O continuación. Repetición del mismo enunciado o verso(s) a lo largo del texto.

Ejemplos:

En las esquinas grupos de silencio/
a las cinco de la tarde,/
¡y el toro solo corazón arriba!/
a las cinco de la tarde./
Cuando el sudor de nieve fue llegando/
a las cinco de la tarde,/
cuando la plaza se cubrió de yodo/
a las cinco de la tarde,/
la muerte puso huevos en la herida
a las cinco de la tarde.

García Lorca.

Geminación

Figura que consiste en la repetición inmediata de una misma palabra (o corta secuencia de palabras) en cualquier posición (inicial, final o interna) de un verso o cláusula sintáctica.

Ejemplo:

Vuelta, vuelta, mi señora,
que una cosa se le olvida

Romancero.

Paronomia

Utilización de palabras semejantes en la forma pero de distinto significado

Ejemplo:

Muy tardón en la misa y abreviador en la mesa

Enumeración
Acumulación de elementos diversos de forma caótica o desordenada o bien como gradación ascendente o descendente.

Ejemplos:

En polvo, en humo, en aire, en sombra, en nada.

Reduplicación
Repetición inmediata de palabras

Ejemplos:

Abenámar, Abenámar,

Moro de la morería...

Concatenación
Repetición en serie de palabras que terminan y comienzan frases o versos.

Ejemplos:

Todo pasa y todo queda
Pero lo nuestro es pasar
Pasar haciendo caminos
Caminos sobre la mar

Repetición diseminada

Repetición de palabras como hilo conductor del poema o texto

Ejemplos:

Podrá faltarme el aire, el agua, el pan, sé que me faltarán. El agua, que es del sediento...

Anadiplosis

Se repite la última parte de un grupo sintáctico o de un verso al principio del siguiente.

Ejemplos:

Ideas sin palabras / palabras sin sentido

Diáfora

Repetición de términos iguales o similares en la forma con significado diferente al final de dos o más unidades sintácticas o versos

Ejemplos:

Mora que en su pecho mora

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero

Similicadencia o asonancia

Combinación de palabras de la misma clase al final de los versos o frases, o cuando dos o más palabras cercanas tienen idénticos sonidos finales.

Ejemplos:

Por donde quiera que fui,
La razón atropellé,
La virtud escarnecí
A la justicia burlé...

Derivación

Intensificación expresiva mediante la acumulación de palabras de la misma familia léxica

Ejemplos:

Traigo una rosa en sangre entre las manos ensangrentadas...

Paralelismo

Distribución de los elementos de la oración "en paralelo" en cuanto a longitud, formas gramaticales, estructuras sintácticas o cadencias rítmicas.

Ejemplos

Tus descuidos me maltratan,
Tus desdenes me fatigan
Tus sinrazones me matan.

Calambur

Juego de palabras que consiste en formar una nueva expresión aprovechando las sílabas de otra palabra.

Ejemplos:

Son los bizcondes unos condes bizcos.

Quiasmo

Ordenación de dos grupos de palabras de tal forma que el segundo invierte el orden del primero.

Ejemplos:

Cuando pitos, flautas,
Cuando flautas, pitos.

Interrogación retórica

Preguntas que no esperan respuestas, constituyen afirmaciones o desahogos emocionales. Se enuncia una pregunta, no para recibir respuesta, sino para dar más fuerza al pensamiento.

Ejemplos:

Y si caigo,
¿qué es la vida?

Exclamación retórica

Expresión de sentimientos por medio de exclamaciones con la finalidad de dar emotividad al mensaje.

Ejemplos:

¡oh noche que guiaste!
¡oh noche amable más que la alborada!

Litote

Negar lo contrario de lo que se quiere afirmar.

Ejemplos:

Ni un seductor Mañara,
Ni un Bradomín he sido...

Reticencia

El verso o la frase aparecen incompletos.

Ejemplos:

Cuando estés al volver,
Tus ojos mirarán hacia....

Retrato

Descripción física y moral de una persona.

Etopeya

Enumeración de las cualidades morales o espirituales.

Prosopografía

Enumeración de las cualidades o características físicas.

Topografía

Descripción de un lugar o paisaje.

Símbolo
Objeto o cualidad mencionados como reales, pero aludiéndose al mismo tiempo a otra realidad distinta. Como en la metáfora pura, un término imaginario, B, sustituye a uno real, A,; se refiere a una realidad de carácter espiritual, amplia y completa.

Ejemplo:

Ya luchan la paloma y el leopardo.

Fuentes Internet:

http://www.uchile.cl/cultura/actividades/glosario/glosario.html

http://www.gettysburg.edu/~mvinuela/FigurasRet.html

http://www.apoloybaco.com/Lapoesiafigurasretoricas.htm

Ver, también:

http://www.apoloybaco.com/Lapoesia.htm

Es propiedad: www.profesorenlinea.cl

Actitud del hablante lírico

¿ quién es el hablante lírico?

El hablante lírico es el que transmite sus emociones y sentimientos, que habla en el poema para expresar su mundo( poeta). Existen tres actitudes: Apelativa Apostrófica y Carminica.

La Actitud Apelativa: En esta situción el poeta interpela al objeto, es decir dirige la palabra al objeto lírico( motivo del poema).Esperando una respuesta en este.

Ejemplo: ¨ Pura encendida rosa, émula de las llamas que sale con el día ¿ cómo naces tan llena de alegría ? si sabes que la edad que te da el cielo es apenas un breve y veloz vuelo.

Franciso de Rioja

Actitud enunciatiativa: Aquí el hablante lírico entrega sus sentimientos solo através de la descripción de un hecho concreto.

Al corre me dediqué esta tarde.
Las solitarias calles de mí aldea.
Acompañado por el buen crepusculo.
Que es el único amigo que me queda.

(Nicanor Parra)


Actitud Carmínica o de la canción:

Aquí el poeta se deja llevar única y exclusivamente por medio de los sentimientos. La palabra proviene de Carmen que en Latín significa cancón.

No se lo que soñé en la noche pasada
Triste muy triste debió ser el sueño, pues despierto la angustia me duraba.

( Gustavo Adolfo Bécquer)

o poeta, tiene diferentes forma de expresar sus sentimientos estas formas se dividen en tres: Apelativa, Apostrófica y Carminica.

poesía en las aulas.

Autora: Consuelo Gallego
Fecha de publicación en Neuronilla: 22/07/2005

El primer contacto de los niños con la poesía lo experimentan a través del folklore. Con las retahílas, rimas, canciones de corro y juego, trabalenguas y adivinanzas de la niñez entran de lleno en la riqueza, vigor y plasticidad de la lengua. Este primer acercamiento oral y espontáneo, nos marca la pauta sobre cómo debemos iniciar el trabajo de la poesía en clase:
JUGANDO
Una vez elegido el poema que queremos presentarles, nuestro principal objetivo será que los niños capten su fuerza expresiva, su magia. Para ello se recitará, se representará mímicamente, se palmearán las sílabas y los versos siguiendo distintos ritmos, se formarán coros para que repitan palabras, versos, estribillos, sílabas, vocales...
Recurriremos también a la expresión plástica para que lo ilustren, o a la dramática (títeres, máscaras), e incluso a la musical creando melodías para el poema o usando instrumentos de percusión o de otro tipo.
Cuando los niños saben apreciar el sentido y la belleza de los poemas les resulta más fácil REALIZAR SUS PROPIAS PRODUCCIONES. Los maestros debemos tener en cuenta la necesidad que el niño tiene de expresarse y facilitarle la utilización de cualquier medio de expresión. La poesía, independientemente del valor artístico, puede resultar una excelente posibilidad de comunicar su mundo interno.
Para allanarles el camino, podemos recurrir a algunas técnicas:
• Poema de grupo partiendo de palabras dichas al azar-. Se elije un tema (colegio, familia, mar, campo, historia...) y cada uno dice una palabra referida al tema. Hacemos otra ronda y cuando cada uno ha dicho dos o más palabras hace una frase y la van diciendo con voz normal, susurrando, gritando, riendo, cantando, preguntando... Después se construye un poema entre todos con las frases que parezcan más sugestivas.
• Poemas al modo de "canciones de ciego"-. El grupo inventa historias y luego eligen la que más les guste. Cada niño hace una escena de la historia y se colocan en un panel. Luego se hacen versos para cada escena y se recitan a modo de "canciones de ciego", saliendo cada niño a decir su verso señalando la escena con un puntero.
• Pareados.- Los pareados constituyen un excelente recurso para que los niños se suelten a hacer versos, y no tiene más misterio que buscar oralmente palabras que rimen con una dada y luego hacer el pareado.
Ejemplo: Azul/ abedul, gandul, tul,
La golondrina asciende en el azul
envolviéndose traviesa con su tul.
Tipos de versos
• Versos encadenados.- Buscar palabras que expresen un sentimiento: Alegría/ felicidad, risa, sonrisa, amigo,calor... Después se hacen frases que expresen una sensación y se escriben encadenándolas y completando lo que haga falta.
• Respuestas a preguntas.- ¿De dónde vienes?, ¿Qué más quieres?, ¿A dónde vas?, ¿Qué me quieres regalar?, ¿Quién eres?... Las preguntas y respuestas se encadenan buscando una sonoridad y un significado adecuado. Es muy útil recurrir a las repeticiones al estilo de Lorca en la poesía "Agua, ¿dónde vas?"
• Completar estructuras.- Pedir que rellenen las líneas o trozos vacíos de versos dados, sin que sepan de dónde procede. Al final puede enseñárseles el poema de donde se ha tomado la estructura.
• Acrósticos.- Se escoge una palabra y se escribe en vertical, cada letra será la que comience un verso.
• Buscar encadenamientos.- Al estilo de: "La plaza tiene una torre/ la torre tiene un balcón/ el balcón tiene una dama/ la dama una blanca flor..."
• Comparaciones.- Se buscan adjetivos y verbos y se establecen comparaciones, luego se escriben en forma de verso.
• Caligramas.- Escribiendo el poema dibujando la forma del contenido del mismo (olas, peces, flores, fantasma...).
• El "Limerick".- Es una técnica que propone Gianni Rodari.Se trata de un género organizado y codificado del sinsentido. Son unos versos que siempre mantienen la

sábado, 20 de noviembre de 2010


La poesía en los grados intermedios y superiores

En comparación con la poesía de los primeros grados, la lírica de los grados intermedios y superiores tiene características diferentes. Se presentan obras de otra índole. El tema de la naturaleza, que se conoce de la enseñanza básica, está vinculado con los estados de ánimo de los hombres. El niño tiene que empezar a asociar la naturaleza a las acciones humanas y a verla como el escenario en que el hombre se mueve. Se agrega el gozo de pensar al encanto de los sentidos. También gana importancia la poesía heróica, rica en fábula. “La poesía de exaltación de las labores humanas, de las virtudes de los hombres, de sus hechos y aspiraciones, complace especialmente en los grados superiores, y asimismo la poesía amorosa. Pero hay que tener cuidado con la diferencia de sensibilidad entre niños y niñas.

Sugerencias para el trabajo con poesía en los grados intermedios y superiores:

  1. El maestro debe tener una idea clara de la índole de la poesía, del tema que ésta expresa, de la forma en que lo desarrolla, de los recursos poéticos de que se vale el poeta para expresarlo. Así podrá llevar al alumno al gozo estético del poema.
  2. Debe comprender la actitud que el autor asume frente al tema, las causas que motivan esta actitud – época, ideología, cultura, sensibilidad - , que son las que determinan el desarrollo del tema y el tono alegre, satírico, humorístico, grave, etc., con que se manifiesta.
  3. Debe conocer los valores esenciales del poema, sean éstos estéticos, sociales, éticos, religiosos, y encaminar hacia ellos la apreciación.
  4. Los alumnos deben comprender el valor sugeridor de las palabras, la fuerza expresiva de las metáforas, la riqueza de las imágenes, el valor musical del ritmo o de la rima, y deben abandonar su afán de siempre querer encontrar en todas las poesías ideas fundamentales.

(cf. Sáez, Antonia. 1954. Las artes del lenguaje en la escuela elemental. Buenos Aires: Editorial Kapelusz. p.90-91)